12 abril, 2020

El 12 de Abril de 2020 nos encuentra en una situación en la que todos, más allá de las diferencias religiosas, compartimos una ESPERANZA, un ANHELO. Es tiempo de expresar nuestros anhelos más profundos, aquellos que estaban dormidos detrás de las conquistas y los logros estrictamente individuales y, ciertamente, individualistas.

En la situación por la que estamos atravesando, aquellos valores tan repetidos, repetidos hasta el cansancio, casi recitados como una muletilla en tiempos pasados, adquieren un sentido más hondo, más sincero y nos acercan verdaderamente, más allá de nuestras circunstanciales diferencias, a la comprensión profunda, sincera y emocionada del semejante, al valor de la solidaridad que nace como consecuencia de reconocernos en los demás.

Reconocemos nuestra impotencia como seres humanos frente a lo que nos golpea, pero al mismo tiempo nos convoca, nos compromete y nos acerca emocionadamente al otro, en el que nos reconocemos en pequeñez, fragilidad y necesidad de comprensión y protección.

Además resurge en nosotros un anhelo, el de reencontrarnos y abrazar a nuestros seres más queridos, a los que extrañamos por la dificultad de verlos, disimulada por el “contacto virtual “ tecnológico que intenta paliar nuestra necesidad de afecto y de aquella cercanía real, que nos haga sentir menos solos.

Recemos (cada uno en su individual creencia) para que esta situación, que es de profunda PRUEBA para cada uno de nosotros, cada uno como una pequeña pero valiosa pieza constitutiva de la Sociedad humana, nos convierta en personas más solidarias, comprometidas y buenas.

Ese es mi deseo más sincero.

Luis Santos Serrano
Director General
Escuela Modelo Sarmiento